27 nov 2012

La mejor hora para hacer ejercicio

Cualquier hora es buena para hacer ejercicio, sólo hay que buscar tiempo para hacerlo. Es importante realizar al menos 30 minutos de cardio con intensisad moderada cinco días a la semana, sin importar la hora del día. Aunque existen diferentes beneficios si realizas cardio por la mañana o por la noche. Pero en general, cualquier momento que se ajuste a tu horario es bueno.


Algunos prefieren la rutina deportiva al despertar; otros, por la noche. Sin embargo, no es lo mismo hacerlo antes del desayuno, a la hora de almuerzo o en la noche. Ni para el cuerpo ni para la mente.
 
Mañana

Estudios recientes demuestran que, más allá de los beneficios musculoesqueléticos y cardiovasculares, la práctica deportiva por la mañana aumenta la capacidad de enfrentar las actividades cotidianas, porque cuerpo y mente funcionan como una unidad. A nivel fisiológico el ejercicio a primera hora es lo más efectivo para quemar grasas. Se equilibra el sistema endocrino y los ritmos biológicos. Además, se liberan un sinfín de hormonas como la endorfina, que es la llamada hormona del buen humor; y aumenta la circulación cerebral, lo que genera una sensación de alerta. Por eso se dice que el ejercicio es una forma de empezar el día con el pie derecho.




Tarde


Es bueno que la gente dedique su hora de almuerzo al ejercicio, pero no que deje de comer. Sobre todo en verano se desaconseja la actividad física entre las 11 y las 16 horas por las altas temperaturas y el riesgo de deshidratación, salvo que sea un gimnasio con aire acondicionado. El aspecto positivo del ejercicio a esta hora es la distracción, pues normalmente, los lugares son atractivos, entonces la persona puede salirse de la rutina y concentrarse en otras cosas fuera del trabajo. Se aconseja almorzar unas dos horas antes de practicar deporte, para luego comer un snack y tomar abundante líquido. En este horario, la temperatura del cuerpo comienza a aumentar y los músculos están más calientes. Por eso lo ideal son los deportes de resistencia (pesas), que apuntan a aumentar la masa muscular.

Noche


A diferencia de lo que muchos creen, el ejercicio nocturno altera el sueño. Uno queda acelerado por la liberación de endorfinas. Por eso no se recomienda hacer deporte de noche a menos que la persona realmente no tenga otra alternativa. En este caso, se aconseja que la rutina no sea diaria y que pasen al menos dos horas entre la última comida y la hora de acostarse. Lo ideal es que uno pueda descansar mínimo 6 horas y ojalá 8. Después de una noche sin dormir bien es mejor, directamente, no hacer ejercicio.
Los expertos coinciden en que lo ideal es iniciar la rutina deportiva luego de un desayuno liviano. Sin embargo, para bajar de peso se recomienda la actividad física en ayunas. Al realizar cualquier tipo de ejercicio el cuerpo quema calorías. Si se hace después de haber comido, se queman las calorías de la última ingesta, especialmente los carbohidratos. Si se realiza en ayunas, en cambio, el cuerpo recurre a las reservas de energía, que es la grasa que tenemos almacenada. Para esto es necesario un estricto control médico y en ningún caso debe ser tomado como hábito.

5 nov 2012

Importancia del Deporte Familiar


Los beneficios de hacer deporte en familia, mejora el bienestar físico y permite a los padres educar a sus hijos en hábitos de vida saludable, que marcarán su salud futura. 

"Una familia que sale de un ambiente cerrado a hacer deporte mejora su cohesión como grupo, fomenta la vida sana entre sus miembros entre ellas la alimentación y estimula el crecimiento de los niños que ven en sus padres el vivo ejemplo de la importancia de realizar actividad física".

El deporte es diversión para el niño. Pero también es un instrumento formativo, con el que puede aprender valores como el sentido de la disciplina o el juego en equipo. Ahí, la familia juega un papel trascendental.


La Familia con respecto al deporte del niño.
 

  • La familia tiene un peso grande en los motivos iniciales de los niños al comenzar a practicar el deporte, es la familia la que en muchos casos realiza el primer acercamiento del niño o la niña al deporte.
  • La Influencia Inicial de la familia al vincular el niño o la niña al deporte transita desde continuar con una tradición familiar o de amigos de práctica deportiva, aprovechar la cercanía de la instalación, fomentar en los hijos el aprovechamiento útil del tiempo libre, lograr un desarrollo físico adecuado, satisfacer expectativas y aspiraciones no realizadas por ellos mismos, aprovechar las potencialidades de los hijos para convertirse en grandes campeones hasta encontrar un medio sano, donde los hijos pueden cursar estudios desde la primaria hasta la Universidad en centros urbanos.
  • Cuando el niño o la niña ha logrado vincularse a un deporte, esto significa un ajuste importante para la familia en cuanto a tiempo, esfuerzo, economía y soporte afectivo.
  • La familia en muchas ocasiones es depositaria de las emociones tanto positivas como negativas que produce la actividad deportiva.
  • Es la familia la encargada principalmente de formar valores importantes para la actividad deportiva como es el colectivismo, la solidaridad, la honestidad, la identidad, la modestia, el patriotismo entre otros.
  • La familia además puede constituir un factor de protección o de riesgo al facilitar la permanencia o el abandono de la actividad deportiva por parte del deportista.
  • Los padres contribuyen a fortalecer la autoestima del deportista.
  • La familia tiene un papel importante en la rehabilitación y repercusión psicológica de las lesiones.

Por todas estas razones  la familia necesita entrenarse para cumplir adecuadamente su papel en la formación y desarrollo del deportista. El entrenamiento a la familia debe partir de una caracterización previa de la misma.

ES IMPORTANTE CONOCER:
  • Si la familia considera que ofrece el apoyo incondicional que necesita su hijo en el deporte.
  • Si la familia esta consciente de la presión directa o indirecta, que ejerce sobre sus hijos deportistas.
  • Qué esperan de los entrenadores de sus hijos.
  • Cómo evalúan el rendimiento de sus hijos hasta el momento.
  • Cuáles son las expectativas sobre el futuro deportivo de sus hijos.
  • Cómo les responden tras una victoria o una derrota.
  • Qué hacen cuando la situación se torna tensa y el hijo se muestra confundido, descompuesto, asustado, con miedo, con marcadores o arbitrajes adversos, contra rivales de fuerza.
  • Si la familia conoce en que y como debe apoyar a su hijo para la practica del deporte.
  • Situación social de la misma (relaciones vinculares, status socio económico, condiciones de vida).
Resultados de investigaciones realizadas en el deporte escolar.
  • Expresan altos niveles de disposición para apoyar la práctica del deporte de su hijo o hija.
  • No siempre están consciente de la presión directa o indirecta que ejercen sobre los mismos, así como de las vías a través de las cuales la ejercen.


Si los padres gustan del deporte tienen grandes oportunidades de comunicación y amistad con los hijos, los cuales les servirán para enseñarle a enjuiciar críticamente las cosas.



Los padres que facilitan el deporte de sus hijos les ayudan a llevar una vida más sana, a fomentar la amistad, a trabajar en equipo, a emplear sanamente el tiempo libre, a descansar y a cuidar de su salud. Y, además, les enseñan con su ejemplo, cómo mantener unida a la familia y cómo convivir y gozar alegremente con los hijos.
 

Importancia de la Cultura en Familia




Se suele entender por cultura de un grupo humano a su forma habitual y tradicional de pensar, sentir y reaccionar al enfrentarse con los problemas que se le presentan. Es decir, el conjunto de hábitos y conocimientos adquiridos como resultado de la sucesiva aplicación de facultades intelectuales, que conforma los patrones de conducta de los miembros de ese grupo. Así la cultura de la familia se ha definido como “un conjunto de valores, creencias y normas que, a menudo de modo inconsciente, son compartidos e interiorizados como principios-guía de conducta personal por lo miembros de la familia”.

La cultura familiar y los valores familiares son importantes para entender las dinámicas familiares, ya que van a influenciar el modo en que sus miembros perciben, procesan y elaboran la información de su entorno, y modulan la percepción, la actitud y los comportamientos que  tienen frente a los acontecimientos y sus circunstancias.



Entonces al hablar de cultura familiar nos referimos a las características que las personas más allegadas a nosotros nos transmiten a lo largo del tiempo que convivimos e interactuamos con ellos, algunos ejemplos son las creencias religiosas, los patrones, normas, costumbres, mitos entre otros, esta experiencia cultural marca un momento clave en la formación de los significados con los que vamos desarrollando la identidad personal. Dentro de la cultura el niño entra en un proceso de desarrollo de la observación, la experiencia que tenemos a lo largo del camino recorrido, la imitación, y la comunicación.

Para la formación de la identidad personal no resulta suficiente el conocimiento adquirido, las representaciones y percepciones de la realidad que deviene de los vínculos familiares y que le permiten orientarse en la realidad. Además de esta dimensión cognitiva debe existir una dimensión afectiva, y es en esa unidad de lo cognitivo y lo afectivo que la cultura familiar cobra significado a través de las vivencias que provocan las experiencias intrafamiliares reconociéndose como diferente. Aunque aparecen los sentimientos de pertenencia, la identificación con los padres y siente que comparte tradiciones, costumbres y patrones que lo identifican como miembro de esa familia.

La cultura se debe entender como una variación del comportamiento adquirida y mantenida a partir del aprendizaje social, tornándola como algo convencional en la naturaleza, que no depende de determinaciones voluntarias de los individuos, y que muy difícilmente puede llegar a modificarse debido a un consenso social. Este comportamiento se transfiere de una generación a la siguiente a través del marco institucional de la familia, pues los comportamientos del padre son aprendidos por el hijo debido a un natural comportamiento de mimesis característico en la infancia. Es decir el infante reproduce los comportamientos que observa de sus padres, es así como características del comportamiento trascienden de un modo vertical de una generación a otra creando lo que se podría determinar como una tradición cultural familiar.


Es claro que cada familia en una sociedad determinada tiene unos patrones de conducta específicos e irrepetibles en la misma sociedad, de manera que cada individuo representa una tradición que se ha forjado durante generaciones y que si bien pueda que cambie, evolucione o se modifique de acuerdo a un contexto determinado, muy difícilmente desaparecerá, pues en muy pocas ocasiones los individuos tratan de cambiar algo de su propia cultura por una razón de conciencia y lo logran.